Un juez desestimó este miércoles una demanda presentada por Disney contra el gobernador estatal, Ron DeSantis, al que la compañía acusaba de «venganza» política por retirarle la gestión del área donde se encuentra su parque de atracciones cerca de Orlando, en el centro de Florida.
DeSantis y el gigante del entretenimiento se enemistaron en 2022 cuando Disney criticó una ley floridana que prohíbe enseñar asuntos relacionados con la orientación sexual y la identidad de género en escuelas del estado.
Como represalia por esas críticas, DeSantis designó a una junta para dirigir el distrito especial otorgado a Disney en los años 1960, en su parque de atracciones, que la compañía gestionaba como un gobierno local.
El juez federal Allen Winsor, del distrito norte de Florida, desestimó la demanda interpuesta el año pasado por Disney contra DeSantis, el Departamento de Comercio estatal y los miembros de la junta alegando que la empresa carece de «fundamento» jurídico para llevarlos ante la justicia.
En su demanda, Disney aseguraba que «una campaña selectiva de venganza gubernamental» ponía en peligro su futuro económico en Florida, donde emplea a más de 75.000 personas.
La empresa rechazó la decisión judicial de este miércoles y prometió seguir peleando en los tribunales. «Este es un caso importante con serias implicaciones para el Estado de derecho, y no terminará aquí», dijo un portavoz en un comunicado enviado a la AFP.
«Si se deja sin impugnar, esto sentaría un peligroso precedente y otorgaría a los estados la autorización para utilizar sus poderes oficiales con fines punitivos contra la expresión de puntos de vista políticos con los que no están de acuerdo», añadió.
– Una batalla política –
La disputa entre Disney y DeSantis fue uno de los hitos de las batallas culturales con las que el político se hizo famoso tras la pandemia de covid-19.
El gobernador de 45 años ganó popularidad durante meses en los que defendió una agenda muy conservadora y atacó a políticos, profesores y empresas como Disney, a las que acusaba de imponer su ideología progresista a los demás.
Muchos lo consideraban entonces como la estrella ascendente de los republicanos y el mayor rival del expresidente Donald Trump en las primarias de este año.
El gobernador no logró sin embargo seguir la estela de Trump, el gran favorito para liderar a su partido en las presidenciales de noviembre.
Su desencuentro con Disney, la mayor empresa privada de Florida, desconcertó a los defensores del libre mercado, mientras que la reducción del plazo para abortar de 15 a seis semanas preocupó a otros sectores por su falta de conexión con la opinión pública.
A raíz de una campaña marcada por su falta de carisma y el despido de varios de sus estrategas, DeSantis anunció su retirada de la carrera presidencial tras quedar segundo en los caucus -asamblea de delegados electorales- del estado de Iowa.