Sobeida Mejía es una mujer de la comunidad de Las Yayas, en Casiquillo, El Seibo, que perdió todos los ajuares de su vivienda por la furia del huracán Fiona a su paso por esa demarcación.
La noche del domingo 18 de septiembre vio por los aires lo poco que tenía: Estufa, cama, nevera, licuadora, abanico, televisor y otras pertenencias personales.
La esperanza, que es lo último que se pierde, está casi al terminarse en esta septenaria mujer. Lamento y pesar es lo que brota de ella.
Ha pasado más de un mes al frente de lo que queda del lugar que una vez fue su casa. Allí hay algunos block que le regalaron a un hijo.
Las autoridades repararon las viviendas de las casas a las que se les fue el techo completo o algunas hojas de zinc y madera, sin embargo, no la han visto a ella.
Ella y sus hijos no tienen recursos para reparar su vivienda.
“Confiados en Dios, vamos a regresar esta señora a su vivienda, con ayuda de gente que se conmueva de la desgracia ajena. Será necesario tocar muchas puertas, ella se merece la tranquilidad de su casa, como todos sus ajuares”, susurró un vecino a reporteros de Listín Diario.
Pese a que el gobierno ha enviado mucha madera, zinc y enseres, todavía en su comunidad no han llegado las ayudas y están a la espera de que alguien se conmueva.
