La inteligencia artificial quita a los artistas la motivación de crear, declara Jim Lee, presidente y director creativo de DC Comics, la editorial estadounidense que dio vida a Batman, Superman o Wonder Woman.
Un nuevo documental en tres episodios, «Superpoderosos», traza la historia de 90 años de DC Comics.
De origen coreano, Jim Lee ha sido una de las grandes estrellas del género desde sus primeros días en Marvel en la década de 1980, trabajando en «X-Men», hasta que se pasó a DC, donde acabó siendo el patrón.
¿Tiene aún un lugar en el mundo actual la moral simplista de blanco y negro de las historias de superhéroes?
La división en blanco y negro entre el bien y el mal era más bien una característica décadas atrás en DC Comics.
Desde los años 70 y 80 han ido surgiendo el antihéroe y las historias cuyo origen son los villanos. Eso ha ayudado a mantener las narraciones interesantes, y un mayor grado de sofisticación.
El valor de los cómics es recordar a las personas que todos vamos a pasar por dificultades y traumas, y son las elecciones que haces las que definirán tu futuro, por más trivial que pueda sonar.
¿Le preocupa que haya una «fatiga de superhéroes»?
Siempre hay peligro cuando hay demasiado contenido y la gente no tiene suficiente tiempo para consumir lo que está sucediendo. Definitivamente lo percibo.
Podría suceder con historias que no se perciban como especiales y únicas… (pero) este año será muy interesante dado los enfoques más divergentes con superhéroes en «Deadpool» o «Joker».
Tienes que revitalizarte continuamente. Pero como fan diría que hemos sido mimados durante muchos años, no solo con películas sobre los personajes más icónicos, sino con otras muchas cosas del catálogo… Cosas por las que habría matado cuando era niño.
¿Es una amenaza la IA para la industria de los cómics?
Tenemos que encontrar una manera de vivir en un mundo donde exista, y que el material sobre el cual se basa (la IA) esté correctamente acreditado y compensado.
Pero incluso si fuera aceptado y alguien me pagara para usar un motor de IA, simplemente no lo haría.
No creo arte solo para tener algo por lo que me paguen.
Me encanta sentarme con una hoja de papel y un lápiz. Entro en ese estado de ensoñación, pasan horas y parece que han pasado 15 minutos, y al final, tengo esta increíble sensación de satisfacción porque he emprendido este viaje y he creado algo.
¿Escribir algo en una pantalla y obtener algo dos minutos más tarde? Eso sería como robarme la motivación por la cual me metí en este negocio.
¿Qué le inspiró en los primeros años?
Diferentes cosas de diferentes artistas. De Frank Miller («Batman») fue la narrativa y cómo componía la paginación, casi como notas musicales.
De John Byrne («El hombre de acero») cómo representaba la forma humana.
De Mike Mignola («Hellboy»), la forma como colocaba las sombras.
Intenté recoger elementos distintos de artistas diferentes e intenté sintetizarlos en algo que pudiera llamar mío.
¿Hay demasiada violencia en los cómics?
Hay algo de verdad en eso.
A veces hacer que se enfrenten físicamente para resolver una crisis puede ser un atajo, y no estoy seguro de que esa sea la lección adecuada que quieres que los lectores se lleven.
Pero creo que cuando se llega a ese punto, en muchas historias, esa es la única forma de resolverlo y quizás eso sea un reflejo triste del estado del mundo hoy en día.
Tiene que haber una emoción más profunda y conceptos más profundos en juego. Esas son las historias que tienen más impacto y éxito.
«Superpoderosos», narrada por la actriz Rosario Dawson, se estrena el 4 de abril.