Estados Unidos ha «dejado muy claro» al gobierno venezolano que reactivará las sanciones al petróleo y gas que levantó parcialmente si incumple la hoja de ruta electoral con la oposición, afirmó este martes un portavoz del Departamento de Estado.
Washington levantó sanciones al sector energético y al oro venezolano en octubre de 2023, después de que el gobierno y la oposición alcanzaran el llamado Acuerdo de Barbados, una hoja de ruta electoral.
El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden ya dejó expirar la licencia sobre el oro después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) mantuviera la inhabilitación política de la opositora María Corina Machado, la principal rival del mandatario venezolano Nicolás Maduro.
La licencia general 44, que autoriza las transacciones relacionadas con el sector petrolero y del gas, vence este jueves.
«Estamos a dos días del 18 de abril. Hemos dejado muy claro que si Maduro y sus representantes no implementan plenamente sus acuerdos bajo el Acuerdo de Barbados, volveríamos a imponer sanciones y yo sólo diría que estén atentos», declaró el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
A la pregunta de si Washington cree que Maduro ha fomentado elecciones libres y justas el portavoz contestó: «Ha defendido ciertos aspectos del acuerdo de Barbados, incluido el establecimiento de un calendario electoral y la invitación a misiones de observación internacionales».
Pero «al mismo tiempo, se le ha visto bloquear a candidatos de la oposición en las urnas», añadió en rueda de prensa diaria.
«Son cosas que nos tomamos muy en serio y no quiero hacer ningún anuncio antes de tiempo, pero ciertamente deben estar atentos durante los próximos días», dijo Miller, según el cual Washington se pronunciará antes de la «fecha límite».
Maduro aspira a un tercer mandato en las elecciones presidenciales previstas el 28 de julio, en las que no participará Machado, quien sigue inhabilitada. También ha sido vetada Corina Yoris, nominada por ella para sustituirla en los comicios.
La producción petrolera de Venezuela se sitúa alrededor de 800.000 barriles diarios, tras tocar piso a mediados de 2020, cuando se desplomó por debajo de los 400.000, pero está lejos de los tres millones de hace 15 años.