«¿Ha asistido alguna vez a una reunión o acto de campaña de Donald Trump?»: neoyorquinos anónimos tendrán que responder la semana que viene a este tipo de preguntas para formar parte del jurado del primer juicio penal de la historia contra un expresidente de Estados Unidos.
Trump se enfrenta a 34 cargos por presunta falsificación de documentos que, según los fiscales, sirvieron para ocultar un pago a la exactriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio antes de las elecciones presidenciales de 2016.
El republicano, de nuevo candidato a la Casa Blanca, niega que haya tenido relaciones sexuales con Daniels y desmiente cualquier acuerdo fraudulento de confidencialidad con la figura del cine para adultos.
El caso se titula «El pueblo del estado de Nueva York contra Donald J. Trump». La selección del jurado comenzará el lunes 15 de abril y cientos de residentes de Manhattan han sido citados a comparecer ante el tribunal.
Entre ellos, se elegirán doce jurados y hasta seis suplentes, y se espera que el juicio dure unas seis semanas.
– ¿»Anti-Trump»? –
Cada potencial miembro del jurado, extraído al azar de una lista pública de residentes, tendrá que responder oralmente a siete páginas de preguntas que van desde la ocupación a la orientación política, fruto de un acuerdo entre la fiscalía y los abogados defensores.
Entre ellas: «¿Sigue usted una cuenta de una organización o grupo anti-Trump en las redes sociales, o ha seguido alguna en el pasado?».
El cuestionario también les pregunta si tienen alguna opinión sobre el tratamiento que se está dando a Trump en el caso o si apoyan a grupos de extrema derecha como QAnon o la organización supremacista blanca Proud Boys.
Su veredicto tendrá que ser unánime, de ahí la importancia de cada uno de ellos.
Los fiscales que procesan a Trump, al igual que los abogados que defienden al expresidente, buscan saber hacia qué lado se inclinan políticamente los miembros del jurado, dado que los neoyorquinos votaron mayoritariamente por los demócratas Hillary Clinton y Joe Biden en 2016 y 2020, respectivamente.
A pesar de haber nacido en Nueva York y de haber construido allí su imperio inmobiliario, Trump sigue siendo una figura controvertida en la metrópolis.
«Manhattan tiene una larga historia con Donald Trump», recuerda Leslie Ellis, jurista y psicóloga experta en juicios con jurado. «No solo por su presidencia y el tiempo posterior a ella, sino también por su experiencia en el sector inmobiliario y los negocios en Nueva York antes de eso».
Esta es una de las razones por las que los abogados del exmandatario intentaron, sin éxito, retrasar el juicio. Según ellos, los miembros del jurado en Nueva York habrían estado expuestos a «una enorme cantidad de cobertura mediática sesgada e injusta». Algunas de las preguntas se refieren al modo en que obtienen la información.
Señalado en otros procesos judiciales, Trump, de 77 años, ha denunciado constantemente una «caza de brujas» llevada a cabo, en su opinión, por fiscales y jueces demócratas que buscan hacer descarrilar su campaña para recuperar la Casa Blanca en los comicios del 5 noviembre.
– Jurados protegidos –
Pero el fiscal del distrito, Alvin Bragg, que lleva el caso, descarta esa idea. «Dado el tamaño del condado de Nueva York, es absurdo que el acusado afirme que será imposible o poco práctico encontrar una docena de jurados justos e imparciales», dijo.
En cualquier caso, el proceso de selección del jurado promete ser más complicado de lo habitual. El juez Juan Merchán, que presidirá las audiencias, ya ha dictaminado que los nombres de los miembros del jurado se mantendrán en secreto debido a la «probabilidad de corrupción, manipulación del jurado, lesiones físicas o acoso».
El juez también ha advertido a Trump que si viola la orden de silencio impuesta en su contra, que le prohíbe criticar a testigos o empleados del tribunal, podría decidir no dar los nombres de los miembros del jurado a sus abogados.
Al igual que los fiscales, la defensa del exmagnate tendrá la opción de recusar preventivamente a miembros del grupo seleccionado.