El presidente ruso Vladimir Putin, que hasta ahora no asistió a ninguna ceremonia de homenaje a las víctimas del atentado cerca de Moscú ni visitó a las familias o a los heridos, siente pesar, aseguró el Kremlin.
«El jefe de Estado se siente personalmente y plenamente implicado en este tipo de tragedias. Créanme, aunque no vean lágrimas en su rostro, eso no significa que no sufra», dijo el portavoz de la presidencia, Dmitri Peskov, en una breve entrevista el sábado.
El 22 de marzo hombres armados entraron en el Crocus City Hall, una gran sala de conciertos cerca de Moscú, antes de disparar contra la multitud e incendiar el edificio.
Según el último recuento de socorristas rusos, al menos 144 personas murieron y 551 resultaron heridas en este ataque reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, el atentado más mortífero de los últimos veinte años en Rusia.
Después de la tragedia, el presidente ruso esperó al día siguiente para expresarse públicamente y el Kremlin indicó el jueves que no había previsto en lo inmediato reunirse con las familias de las víctimas, ni acudir al lugar del atentado.
El sábado, diplomáticos occidentales, especialmente estadounidenses y europeos, así como de países africanos y de América Latina, acudieron al lugar para depositar flores y guardar un minuto de silencio, informó la agencia Ria Novosti.